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Tortilla de Espárragos Trigueros con Cebolla y Queso Brie | Mi diversión en la cocina |
Una de las escapadas al campo que más me gusta hacer, es ir a la Sierra de San Pablo en Montellano, un bonito pueblo del sur de la provincia de Sevilla. Cuando el tiempo nos regale un precioso día de sol radiante y temperatura ideal, es el plan perfecto, donde además de comer la mar de a gusto, en una zona de merenderos hechos con troncos de encinas, preparados especialmente, para que los excursionistas no tengamos que llevar más que las cestas repletas de viandas, en la nuestra, por supuesto no puede faltar una buena tortilla de papas con cebolla y perejil, así como imprescindible es, no olvidarse en casa la pava heredera de mi madre, y que aunque es más vieja que la Tana, podemos hacer un reconfortante café de pucherete, y disfrutarlo con unos pastelitos, comprados en el obrador de la plaza del pueblo, llegando a ser una de la experiencias Gourmet al aire libre, más placenteras que podáis imaginar, preparado en una de las barbacoas construidas en el monte para tal fin, y que aporta ese delicioso aroma entre tufillo y perfume sutil a humo, que por supuesto en la barbacoa de casa jamás podemos conseguir. Os lo enseñé en un Reels de mi perfil de DBM en Instagram donde lo podéis ver con todo lujo de detalles.
¡Ayomá! ¿Qué más se puede desear para rozar el cielo?.
Pero, y después de tenerlo todo controlado, ¿qué más hacer, además de jugar a la pelota con los niños, tumbarnos en una manta sobre la hierba, para retozar a la sombra de los pinos después del opíparo festín, o dar un paseo para bajar la comida, disfrutando de las espléndidas vistas? Pues nada mejor que buscar lo que el monte te pueda regalar, un buen manojo de espárragos o unas suculentas tagarninas, eso siempre que las condiciones climatológicas de los días previos a la escapada, hayan sido las propicias, para que las tierras empapadas, con la humedad suficiente por la lluvia, reúnan las condiciones necesarias para que todo crezca en abundancia.
En nuestra última salida al campo, conseguimos recoger unos cuántos espárragos, no muchos, pero en cantidad suficiente como para disfrutarlos en una riquísima tortilla que hice para cenar, como colofón a un día magnífico. Todo esto ha venido a mi memoria cuando vi esta tortilla perfecta, que hoy comparto, cocinada por nuestra socia Raquel G. | Mi diversión en la cocina, la hizo expresamente para nuestro Club, pensando en mí, y que por su delicioso aspecto, podría ser exactamente la misma, porque parece un clon de aquella que os cuento, con la única excepción que mi Amore le añadió a la suya un buen trozo de queso Brie, que la hace si cabe más deliciosa todavía, queso que a los espárragos le va de maravilla, y más siendo espárragos trigueros, un magnífico manojo que nos enseña en su espacio, recogidos por ella, en un reciente paseo por los campos de los alrededores de su casa, tal y como Raquel nos cuenta. Cada vez que la veo, no puedo evitar rememorar aquella última que hice con trigueros, relamiéndome los labios del gusto, como si la hubiera comido hoy mismo.
¿Probamos a hacerla nosotros en casa? Pues vamos, será Raquel quien muy gustosamente nos describa cómo se hace.
Buenas tardes. Las experiencias camperas que narras, también yo las practico y cuando no se puede hacer fuego, a partir de mayo, tampoco falta la tortilla en sus múltiples versiones. Y claro, en el paseo obligatorio después de comer, hay búsqueda de algo, espárragos, tagarninas o setas, estas hace un tiempo porque ahora se ven pocas. Después estos vegetales van a parar a una tortilla o revuelto que saben a gloria bendita, parece que el haberlas recolectado in situ realzan su sabor. Raquel lo hace mucho, recoger productos del campo, bien del suyo o de sus paseos y todo lo convierte en recetas estupendas. Su tortilla de hoy es una obra de arte, riquísima por supuesto.
ResponderEliminarUn beso.
Lola, es que cuando vi la Tortilla de mi Amore, fue lo primero que se me pasó por la cabeza, recordando tantas excursiones al campo, donde el mayor regalo es la recogida de unos espárragos y poder disfrutarlos luego en casa, y no he podido evitar contarlo.
EliminarPor esa zona también hay setas, aunque yo nunca he ido en época de recogerlas.
Besos