Tortilla de Calabacín, Espinacas y Cebolleta | Thermofan

Tortilla de Calabacín, Espinacas y Cebolleta | Thermofan

Hoy vengo con la cuarta entrega, de una nueva y espero que larga serie de tortillas perfectas, cocinadas y compartidas para nuestro Club, por nuestras socias más aclamadas, y que llevando un tiempo de sequía “tortillera”, han recargado pilas, activando #lacolecciónmásricadelmundo. La de hoy ha sido cocinada por nuestra socia Marisa G. | Thermofan para continuar la serie, y que como os contaba el otro día en la Tortilla de Gloria, casualmente también hace seis meses que no hacía acto de presencia con una de sus magníficas 24 tortillas perfectas, en nuestro Club.

Y hablando de series, no sé si recordaréis aquellas novelas por entregas, que a modo de folletines periodísticos, en fotonovelas, o radiofónicos, de marcado carácter melodramático y popular, en otra época, antes que entraran en decadencia, siendo desbancadas por las telenovelas, y que hoy serían lo más similar a lo que conocemos como series para maratonear en plataformas prepago y/o televisiones públicas, de esas que enganchan, y no podemos dejar de verlas casi sin respirar, pues es eso lo que me ha venido a la cabeza precisamente estos días, con tanta novedad de tortillas perfectas, y sin tener nada que ver una con otra, todas tienen un nexo común, como el hilo de la trama de una radionovela, manteniéndonos a todos en vilo, a ver qué sucede en la siguiente entrega, ¡Ja, ja, ja...! 

Confieso que a mi me pilló bien pequeña, pero con esta memoria de elefante que Dios me ha dado, recuerdo como si hubiera sucedido ayer, la sintonía de apertura, cuando mi Pepita nos entretenía a todas, sin despegar la oreja de su transistor de pila de petaca, en mano, a la hora de la siesta, escuchando con expectación, sin que se oyera ni el vuelo de una mosca, su culebrón favorito del momento, «“Lucecita”», mientras ella no perdía hilo, nosotras jugábamos con las muñecas de papel recortables, en sus casitas hechas con cajas de zapatos, pinzas de madera, cuerdas de cáñamo para tender la ropa, cajitas de cerillas a modo de muebles, y tapones de corcho para las sillas, ¡Ayomá! Aquellos maravillosos años. ¿Quién no los recuerda con nostalgia?

👉 Tortilla de Calabacín, Espinacas y Cebolleta 👈

Una Tortilla, Dos Proyectos

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