Tortilla de Níscalos y Chorizo | Marinando la Perdiz

Tortilla de Níscalos y Chorizo | Marinando la Perdiz

Definitivamente para nuestro Club el año comienza con muy, pero que muy buen sabor de boca, si pensabais que esto estaba en decadencia, tras una larga pausa de más de un mes, nada más alejado de la realidad (virtual, entiéndase) porque llegamos nosotras #laresistenciabloguera con más fuerza que nunca, dispuestas a darlo todo. Y cuando digo todo, me refiero a lo mejor de nuestras cocinas, como la exquisita Tortilla de Níscalos y Chorizo elaborada con cariño por mi querida amiga Gloria C. | Marinando la Perdiz unos días antes de las fiestas navideñas, apostillo 'con cariño' porque fue su 'almendra' (me ha encantado eso Gloria, ya ves, yo tengo a mi 'santo', aquí cada uno llama a su persona favorita como que le sale del alma, ¡ja, ja, ja...!) quién le pidió que le preparase cositas ricas, y como buena bloguera, inmortalizó a golpe de clic el resultado de un reciclaje delicioso; me pregunto cómo pudo tenerla guardada tanto tiempo, os aseguro que en mi caso no hubiera podido contenerme, cuando cocino algo que me hace perder el sentío, no puedo tenerlo para mí sola y estoy deseando mostrarlo al mundo a la primera de cambio, comenzando por mi familia, a la que traigo “frita” por WhatsApp, llenando el grupo de fotografías de mis platos, digamos que son mis primeros críticos gastronómicos, por imposición y sin elección ¡ja, ja, ja…!

Gloria es más comedida que yo, seguramente por prudencia, esperó hasta enero para publicarla, probablemente también por mi bien para darme un respiro, ya que después del intenso periplo de nuestro 4º Aniversario, quedé un poco al borde de las fuerzas, pero "sarna con gusto, no pica", y de nuevo me dio una inmensa alegría, cuando me escribió enseñándome esta deliciosa tortilla, que si bien tiene un marcado sabor a Otoño, ahora mismo podemos disfrutar con solo cambiar la variedad de setas, gracias a Dios en el mercado tenemos todo el año setas de estación o de cultivo, como mis adorados Portobello, o los Shiitake que me encantan, incluso unos Champiñones de París sabrosos y más asequibles, por lo que no pienso privarme del placer de cocinar una Tortilla tan rica como la suya, además enriquecida con un 'toque canalla' del chorizo picantito que le ha añadido, y que a mí seguro me volvería loquita. Sí, sé que lo repito hasta el hastío, me encanta el picante hasta decir basta, pero es que es así, lo admito, cuando algo me gusta, no tengo límites. Seguramente igual que a Gloria, que siendo 'su parte contratante' (fantástico guiño a “Una noche en la Ópera”, esto también me ha encantado, ¡ja, ja, ja...!) de La Rioja, no podía ser menos que picante un buen número de platos de los que comparte. Si queréis comprobarlo, venid conmigo a visitarla.

👉 Tortilla de Níscalos y Chorizo 👈

⎯Haga el favor de poner su atención en la primera cláusula porque es muy importante. Dice que… "la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte". ¿Qué tal, está muy bien, eh?

⎯No, eso no está bien.

⎯¿Porqué no está bien?
⎯No lo sé, quisiera volver a oírlo.
⎯Dice que… "la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte".
⎯Si, sí. Esta vez parece que suena mejor.
⎯A todo se acostumbra uno. Si Ud. quiere lo leo otra vez.
⎯Tan solo la primera parte.
⎯¿Sobre la parte contratante de la primera parte?
⎯No, solo la parte de la parte contratante de la primera parte.
⎯Dice que..."la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte y la parte contratante de la primera parte será considerada en este contrato..." Oiga, ¿por qué hemos de pelearnos por una tontería como ésta? La cortamos.
⎯Sí, es demasiado largo. ¿Qué es lo que nos queda ahora?
⎯Más de medio metro todavía. Dice ahora… "la parte contratante de la segunda parte será considerada como la parte contratante de la segunda parte".
⎯Eso si que no me gusta nada. 
⎯¿Qué le encuentra?
⎯Nunca segundas partes fueron buenas.
⎯El otro día vi un partido de fútbol y la segunda parte fue mejor que la primera, le pegaron al arbitro y todo.
⎯¡Eh! Escuche: ¿por qué no hacer que la primera parte de la segunda parte contratante sea la segunda parte de la primera parte?
⎯Pues¡eh! En vez de discutir que le parece a Ud, sí...
⎯Bien.
⎯Aquí hay una cláusula que le va a volver a Ud. loco de alegría, ya lo verá.
⎯No, no me gusta.
⎯¿Qué es lo que no le gusta? 
⎯Sea lo que sea no me gusta.
⎯Bueno no vamos a romper nuestra vieja amistad por una cosa sin importancia ¿Listo?
⎯Listo. Ahora en esta parte que sigue, hay algo que no le gustará.
⎯Bien su palabra es suficiente para mí. Dígame, ¿la mía es suficiente para Ud.?
⎯Desde luego que no.
⎯Buenos, quitemos un par de cláusulas.
⎯"La parte contratante de la octava parte"
⎯No
⎯¿No?
⎯No, he dicho que no.
⎯"La parte contratante de la..."
⎯No, eso tampoco, no. Oiga, ¿Cómo es que mi contrato es más pequeño que el de Ud.?
⎯No lo sé, seguramente será porque Ud. es más "Chico" que yo. De todos modos estamos de acuerdo, ¿Verdad?
⎯Sí, eso sí.
⎯Entonces ponga Ud. su firma ahí, y así el contrato será legal.
⎯Me olvidé decirle que no sé escribir.
⎯No, es igual, la estilográfica no tiene tinta, pero el contrato está hecho, ¿no es eso? 
⎯¡Ah, claro! Por supuesto.
⎯Nos obliga un contrato, aunque sea muy pequeño.
⎯¡Oh! Espere espere, ¿qué es lo que dice aquí en esta línea?
⎯¡Ah! Eso no es nada, una cláusula común a todos los contratos, solo dice..., dice..., "si se demostrase que cualquiera de las partes firmantes de este contrato, no se haya en el uso de sus facultades mentales, quedará automáticamente anulado en todas sus cláusulas".
⎯Pero yo no sé sí...
⎯No se preocupe hay que tomarlo en cuenta en todo contrato, es lo que llaman una cláusula sanitaria.
⎯¡Ja, ja, ja...! ¿No me diga que ahora tenemos que vacunarnos?

Fragmento extraído del hilarante e histriónico diálogo mantenido entre bastidores, por Groucho y Chico, para “formalizar” un contrato, en la versión doblada al español, de la película “Una noche en la ópera“ (A Night at the Opera) protagonizada por los hermanos Marx, y dirigida en 1935 por Sam Wood, director y guionista de películas tan famosas como “Por quién doblan las campanas” (For Whom the Bell Tolls) (1943) o “Lo que el viento se llevó” (Gone with the Wind) (1939)

Una Tortilla, Dos Proyectos

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