Bruschetta de Tortilla de Verdolaga y Patata con Cebolla Morada | De Buena Mesa

Bruschetta de Tortilla de Verdolaga y Patata con Cebolla Morada | De Buena Mesa

Escribir la entrada de esta tortilla se me ha atravesado. Se supone que debería ser pan comido, pero en mi post en De Buena Mesa ya lo he contado todo sobre ella, y para no volver a repetirme, poco mas quedaría por añadir; es difícil escribir sin tener que repasar cada línea un montón de veces, creo que si el borrador fuera de los que se escribían antes con papel y lápiz, tendría tantas tachaduras, correcciones y enmiendas, que me llevaría un buen número de folios acabarlo, al principio de bloguear utilizaba un documento en Office para editarlo, a veces utilizo Pages en mi iPad pero al final acabo simplificando, dado que Blogger nos lo va poniendo cada vez más fácil, al menos a mí me lo parece, y escribo, edito y corrijo todo en un mismo espacio, subo las imágenes y ya está.

La verdad es que con mis fotografías acabo rápido, pongo marca de agua, no utilizo filtros ni retoques, son hechas con la luz natural de mi cocina, pero en ocasiones, se me resisten como en el caso de las de esta tortilla, no hay por donde enmendarlas, ni con mil horas de retoques en Lightroom tienen arreglo, pero es lo que hay, y no sé cuándo volveré a repetirlas, así que de momento aquí se quedan para dejar constancia de una Tortilla que es perfecta para nuestro Club, a pesar de no ser, las fotografías, de mi agrado. 

El tema fotográfico a veces se me hace bola ¡ja, ja, ja…! Incluso cuando se trata de un tercero, si recibo las fotos originales es de agradecer, porque me facilita la labor, otras veces me desespero cuando la tengo que copiar y pegar, si cuenta con el hándicap que no siempre son de una resolución optima o del formato adecuado, me tiro de los pelos, jajaja..., para abreviar, ahora lo hago a través del propio enlace en el blog original, una ventaja porque así la imagen es la del Blog propietario, y no tengo que descargarla en mi dispositivo, y así me libero de cargas, el trabajo de los demás es para mí intocable y lo respeto al máximo, es que para estas cosas soy muy puntillosa, y no me quedo tranquila hasta que no lo cuadro todo, ya lo habréis notado.

Heme aquí hablando de perfección y fotografías de calidad, y mira tú por donde las que os muestro son de lo peorcito que he hecho, valga en mi defensa, que de noche, en la cocina y con luz fluorescente es un reto, pero para un recuerdo no están mal, porque la intención era volver a repetir la tortilla, y montar una sesión bloguera de las mías, eso fue el verano pasado, pero a los dos o tres días, cuando le dije a mi padre que volviera a cortar un buen manojo de verdolaga para cocinar otra tortilla como esta, me dijo con toda la tranquilidad del mundo que las había segado y echado a las gallinas, ¡Ayomá! Prometo que no me enfadé porque es imposible, además nuestras gallinas felices son sagradas para mí, tanto es así, que lo único que les faltaría para sentirse las diosas del corral, sería que las dejáramos poner los huevos entre algodones, y no va la cosa muy desencaminada porque comer, ya comen como reinas, ¡ja, ja, ja...!

Como no he podido conseguir verdolaga todavía, según os cuento en DBM, esta es una hierba que solo florece en verano, he puesto en sobre aviso a mi padre para que no meta la guadaña a discreción, y por favor deje algunas matas para mí, así que ahí me tenéis pendiente todos los días, por si acaso, de cada brizna de hierba que crece en el mato.

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